Evita. Nuestro recuerdo en el día del paso a la inmortalidad.

Un 26 de julio, se nos iba la abanderada de los humildes.
Pero todos sabemos que ella jamás murió, que nunca se fue.

Que vive en el alma del pueblo Argentino, en el compromiso con los derechos y la dignidad de los humildes y en esa imagen  cada vez más gigante que
sigue haciendo realidad su propia profecía:

“ Aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”.

Nuestro homenaje y agradecimiento eterno.

Roberto Fernández
Secretario General
Consejo Directivo Nacional
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